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Friday, May 30, 2014

Los Actos de Fe y la Historia del Palacio de la Inquisicion de Santo Domingo.

Desde 1527, se mandó complementar para la Nueva España, la orden de la Corona, que prohibía su presencia a los Judíos y a sus descendientes.
 
La Segunda Audiencia (1529) solicitó a la Corona el establecimiento del Santo Oficio de la Inquisición. Los motivos que expresaron los miembros de la Segunda Audiencia fueron "por el comercio de los extranjeros, y los muchos corsarios que platicaban por las costas, que podrían introducir sus malas costumbres en los naturales y en los castellanos que se conservan libres del contagio de la herejía."
 
Por lo visto, se logró esta intención de la Segunda Audiencia, ya que en toda su existencia, prácticamente no hubo casos de herejía, y la presencia de heréticos fue casi desconocida en la Nueva España. 
 
En respuesta de esta solicitud de la Segunda Asamblea, el Rey encargó al Cardenal Diego Espinoza, Inquisidor General, y Obispo di Sigüenza, que nombrara inquisidores para la Nueva España. Fueron designados D. Pedro Moya de Contreras, futuro arzobispo de México, el Lic. Juan Cervantes (quien murió en la travesía), y Alonso Fernández de Bonilla, Dean de la Catedral. El poder de los inquisidores incluía Guatemala y la Filipinas.
 
Desde estos tiempos, Carlos I de España y V de Alemania, veía a la Inquisición como una herramienta estratégica de control de su imperio, y le dio el consejo a su hijo, Felipe II, de seguirla apoyando.

El Santo Oficio se originó en Roma, pero nunca tuvo la Inquisición en los Estados Papales la fisonomía que tuvo en España, excepto en un triste episodio de intolerancia, con el Pablo IV.  La Inquisición la trató de implantar en Roma, el Papa Carrafa, Pablo IV en 1555. Encerró a los judíos en el ghetto, les mandó poner gorra amarilla y a los mujeres, les mandó poner velo amarillo. Introdujo el index librorum, índice de libros, libros cuya lectura fue prohibida. Pablo IV autorizó el uso de la tortura.  La Inquisición le ganó entre los Romanos tanta antipatía hacia el Papa, que  cuando murió el Pablo IV, hubo una revuelta popular y le prendieron fuego al Santo Oficio, la sede de la Inquisición. La Inquisición Romana tuvo otros dos interrogatorios famosos: Giordano Bruno (juzgado y ejecutado en 1600) y Galileo Galilei (sentenciado al exilio en 1633). 
 

Estatua de Giordano Bruno en Campo di Fiori, Roma. Tumba de Galileo, Florencia.
 
El capitulo final del Santo Oficio lo dio otro Papa "Paolo", Paolo VI, cambiándolo por la Propaganda Fides.
 
El Acto de Fe de mayores proporciones en México aconteció en 1649. En nuestro próximo reporte, le mandaremos la trágica historia de Tomás Treviño y Sobremonte. una victima de la Inquisición el 15 de abril de ese año.

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